Estela funeraria hallada en el año 1994 durante los trabajos de control arqueológico de las obras de construcción de la nueva red de alcantarillado en el arrabal Notari Josep Faus, seguramente fuera de contexto y reaprovechada como piedra para la construcción. Constituye un magnífico ejemplo de la pervivencia de la lengua y la escritura íberas durante el primer siglo de vida de la ciudad (siglo I a. C.). La composición de la inscripción y la fórmula funeraria utilizada son claramente de influencia romana: «NEITINKE SUBAKE·E·I·TAKO». Posible traducción: «Neitinke, hijo de Subake, está enterrado aquí».