La casa era el espacio doméstico donde transcurría la mayor parte de la vida privada de las familias, pero también donde un ciudadano administraba sus negocios, recibía clientes y amigos o desarrollaba sus actividades productivas.
En la domus encontramos un mosaico decorado con dos motivos: un rectángulo reticulado con una cenefa de esvásticas y un emblema circular con un motivo floral. Esta decoración permite interpretar esta sala como el comedor de la casa y el lugar de recepción del señor.