Estos objetos, de cerámica o piedra con cuerpo tronco piramidal y con un agujero en la parte superior, tenían la función de pesas. Por el agujero se hacían pasar los hilos de fibra animal, lana o seda, o de fibra vegetal, lino o cáñamo, y se colgaban de un telar formando la urdimbre de los tejidos (stamen). Por lo tanto, su función era mantener la tensión vertical de los hilos mientras se tejía. La ropa se obtenía haciendo pasar un hilo llamado trama (subtegmen o trama) de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de atrás hacia delante y de delante hacia atrás de manera alternativa entre los hilos de la urdimbre.
La tarea de tejer se realizaba con la ayuda de dos objetos de madera o metal: la lanzadera y el peine. De esta manera se iban entrelazando los hilos y se tejían las telas, con las que, después, con agujas de bronce o de hueso se confeccionaban las diferentes prendas.