Visitar este museo permite profundizar en el conocimiento de las particularidades de esta artesanía y llevar a cabo un seguimiento evolutivo de sus formas, ya que representan unas formas de vivir y trabajar en el marco de los diferentes ámbitos culturales y geográficos en los que se han desarrollado a lo largo de la historia.
La visita se estructura en cuatro circuitos:
- El de los Centros alfareros, que muestra el origen de las piezas y marca el estilo de las mismas. Reúne la mayor parte del fondo permanente y sirve para ordenarlo en función de los mil centros documentados.
- El de los Usos, que sirve para entender el rol de la cerámica en la vida y las necesidades de las diferentes sociedades y explicar las formas que adopta en relación con los usos: el agua, el vino, el aceite, la comida y otras.
- El de los Cántaros, que muestra 32 tipologías o familias de este utensilio ibérico tan popular.
- El de las Técnicas y procesos de fabricación, en un despliegue de 48 metros de imágenes acompañadas de los correspondientes materiales que ilustran los elementos naturales, las técnicas, las herramientas y las acciones que intervienen en la concreción de este objeto-contenedor que es la cerámica.