Este capitel procede originariamente de la iglesia de San Polieucto, construida en el siglo VI y que estuvo en pie hasta el siglo XI, momento a partir del cual sus elementos más significativos se diseminaron por el Mediterráneo.
Se desconoce cómo llegó este capitel a Barcelona, pero la hipótesis más verosímil es que lo hizo desde Sicilia, conquistada por los almogávares el año 1282.
El capitel permaneció en la iglesia de Sant Miquel de Barcelona hasta la revolución de 1868. Después, esta pieza pasó a la iglesia de la Mercè, donde fue utilizada como pila bautismal hasta los hechos del día 19 de julio de 1936.