Sería imposible entender nuestra realidad actual sin este período fundamental de la historia del Mediterráneo. Entre los siglos IX y III a. C., la acción de los fenicios y de los griegos sobre los pueblos provocó la desaparición definitiva de las nieblas de la prehistoria. Las sociedades indígenas se incorporaron al concierto de los pueblos con escritura, conocieron avances tecnológicos determinantes para su economía y llegaron así a un nivel de civilización que siglos más tarde les facilitaría la integración en la comunidad global forjada de Roma.
El Mediterráneo, definido poéticamente como «El puente del mar azul», se convirtió en el camino por donde transitaron comerciantes y marineros de la vertiente oriental expandiendo la cultura y la civilización hasta los confines occidentales del mundo antiguo.