Cuando se formalizaba un compromiso matrimonial, se establecía un contrato que regulaba los derechos de la novia en cuestiones como la dote y la vida familiar. Esta ketubá corresponde al matrimonio de David, hijo de Messul·lam de Gallac, y Astruga, hija de Abraham ben Jucef, de Castelló d’Empúries.
Este es el único contrato matrimonial hebraico localizado en las comarcas gerundenses, uno de los más bellos y bien conservados de Cataluña. El pergamino había formado parte de la encuadernación de un volumen notarial.