El tema central es una barca vieja y rota, varada sobre la arena de una playa rebosante de matorrales. El trazo que define la barca es negro y grueso, y destaca su estado de abandono y el final de trayecto de la embarcación. El color ocráceo de la madera se confunde con el de la arena de la playa y hace resaltar, aún más, el descoyuntamiento del costillar blanquecino de popa y los restos de pintura rojiza y gastada del casco. La proa parcialmente en mal estado enfila, aún altiva, la pequeña lengua de arena que, aguzándose, parece mostrarle un horizonte todavía navegable.