Esta instalación, pensada especialmente para el espacio donde está ubicada, es consecuencia de la exposición del mismo nombre que el artista realizó en este museo en 1997. La muestra tuvo una antítesis, Ignis et tempus, que se presentó paralelamente en la Galería CC de Graz.
Orden y geometría son elementos constantes en la producción escultórica de Tom Carr. Formas como el cuadrado, el triángulo y el círculo se presentan en tipologías muy variadas, más o menos frágiles, jugando con los vacíos, el aire y la luz que las penetran y rodean.