En 1930, Antoni Vila Arrufat (Sabadell, 1894 - Barcelona, 1989) vivía una primera madurez artística. Había recibido una sólida formación con su padre, el pintor Joan Vila Cinca, en la Escola de Llotja de Barcelona, y había realizado provechosas estancias en París y en Italia. Era, además, un artista dotado que dominaba distintas técnicas.
Muchacha de espaldas leyendo es una obra de madurez, de una sutil modernidad ―que no la aleja de una factura realista―, visible en la solidez de los volúmenes y la aplicación del color, y también en el tema, la muchacha vestida de sport y rodeada de libros en desorden sobre una mesa.