Vayreda, formado en la Escola de Belles Arts d’Olot, amplió su formación en Barcelona, con Martí i Alsina, y en París, donde conoció la obra de Corot y la Escola de Barbizon, que inspiró el vago impresionismo de sus pinturas.
La Escola d’Olot, que él fundó, es el primer núcleo creativo del arte catalán del siglo XIX al margen de Barcelona.
Este paisaje, que encuentra en el equilibrio de los azules y los verdes el mejor reflejo de la paz serena de la Garrotxa, anuncia nuevos caminos de renovación artística. El tímido impresionismo que impregna las obras de Vayreda supera el academicismo y abre nuevos caminos.