La obra es uno de los pocos ejemplos conservados de la actividad de estos dos pintores en el obispado de Girona. Su rasgo más distintivo es el recurso de seguir los modelos compositivos de las estampas, como por ejemplo los creados por el grabador italiano Raffaello Schiaminossi y, en este caso particular, el de la lámina dedicada al mismo tema de su volumen sobre los quince misterios del rosario, publicado en Roma en 1609.