Datado en el siglo X, este bol, que contenía monedas de oro, fue hallado en 1936 por Joan Subias en el ábside de la iglesia de Sant Vicenç de Besalú, junto con otros reliquiarios. Es especialmente destacable el buen estado de conservación de la pieza, así como la técnica de ejecución y la iconografía. Tallado en cristal de roca, presenta una decoración en relieve de dos aves, muy estilizadas, enfrentadas y flanqueadas por motivos geométricos.
Un estudio reciente sostiene que el origen del bol está en los territorios de al-Ándalus o en el Magreb, y descarta tesis anteriores que lo situaban en Asia Menor, Egipto o Irán.