Pequeño fragmento de escultura en mármol que formaba parte del programa escultórico de la portalada del monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes, desamortizado en 1835 y expoliado a lo largo del siglo XIX y parte del XX.
Representa la cabeza de un hombre barbado con grandes ojos rasgados en los que es bien visible la marca del taladro. Estos son los rasgos estilísticos que han definido el estilo del llamado Maestro de Cabestany, un escultor o taller que trabajó básicamente entre el sur del Languedoc-Rosellón y las comarcas de Girona durante la segunda mitad del siglo XII. Todas sus obras son atribuidas y recibe el nombre de una de las más representativas de su estilo: el tímpano de la iglesia de Cabestany (Rosellón).