Escultura dedicada a Santa Coloma, doncella de familia noble que se convirtió al cristianismo a los 16 años. Está tallada en un gran bloque único de alabastro, material muy utilizado en escultura a partir del siglo XIV, y evidencia una gran calidad técnica. Se muestra una joven de pie, de figura estilizada y con una ligera flexión de la cadera y la pierna. Va vestida a la moda del momento, con ropas y adornos que hacen evidente la voluntad de naturalismo figurativo que caracterizará el gótico en Cataluña.
Las virtudes de santa Coloma, virgen y mártir, y la serena belleza de esta figura de pelo largo, con un rostro delicado y juvenil, nos muestran el ideal de belleza femenina de la época.