Esta aureola, tradicionalmente llamada diadema o corona, fue una ofrenda del Condestable de Portugal, Pedro IV, a la Virgen de Castelló d'Empúries en 1465, en el contexto de la campaña bélica del Empordà. La obra fue encargada a Pere Àngel, un platero italiano residente en Sant Feliu de Guíxols, que llevaba 40 años activo en Girona. Tiene forma de media luna, de la que salen rayos con estrellas a las puntas, está trabajada solo por la cara frontal, ornamentada con molduras perladas y motivos vegetales y florales. En el centro, un ángel sostiene un escudo con las barras catalanas; encima, una piedra engastada rodeada con la inscripción Paine pour joie (sufrir para disfrutar), un lema caballeresco adoptado como divisa por Pedro IV.