El recorrido se inicia con un fragmento de lápida paleocristiana del siglo iv, encontrada en Empúries, muestra austera del arte de los primeros siglos del cristianismo. Dan la bienvenida al visitante el remarcable conjunto litúrgico de Sant Pere de Roda, los cristos en majestad de Sant Miquel de Cruïlles y de Sant Joan les Fonts y un fragmento de pinturas al fresco del Maestro de Osormort. En el transcurso de las salas también se da lugar a la expresión decorativa y arquitectónica con una destacable colección de capiteles de procedencia diversa e iconografía variada. Destaca el fondo de tallas de madera policromada con representaciones marianas y de santos, como también la Biga de Cruïlles, ejemplo casi único de un baldaquino del siglo XII, que ha conservado en la totalidad su policromía. El recorrido por la época románica concluye con las pinturas al fresco del ábside de Sant Esteve de Pedrinyà. El visitante encontrará uno de los símbolos de la Girona actual: la verdadera Leona del siglo XII.