Con la introducción de la metalurgia se inicia la edad de los metales. El calcolítico (3500-2200 a. C.) empieza con el descubrimiento del cobre, y es una etapa que no supone grandes cambios. Se mantiene la economía anterior, la ocupación de cavidades naturales, la reutilización de megalitos y el entierro por inhumación colectiva.
La edad del bronce (2200-1800 a. C.) se inicia con el conocimiento de la aleación de cobre y estaño.
No obstante, lo que se conoce por bronce final (1200-700 a. C.) sí que supone un momento de cambios. Aparece el ritual funerario de la incineración. Se intensifica la metalurgia con el uso y expansión del bronce, las prácticas agrícolas y ganaderas y el aumento de aldeas.
Al final de la etapa ya se domina la producción de un nuevo metal, el hierro, uno de los avances tecnológicos más importantes de la época. En Cataluña, las piezas de hierro más antiguos son alrededor del 700-575 a. C., y un poco más adelante aparecen las armas, como las espadas de empuñadura de antenas.