La clasificación sistemática de los minerales se efectúa a partir de diferentes criterios científicos basados en su composición química y estructura cristalina.
Hay diversos sistemas para clasificarlos, pero los más utilizados son el sistema Dana y Nickel-Strunz. Las dos clasificaciones son válidas y están aceptadas aunque presentan pequeñas diferencias sustanciales.
La organización de esta exposición sigue una versión simplificada de la clasificación sistemática de Dana, que distribuye los minerales en los siguientes grupos:
Clase I - ELEMENTOS NATIVOS
Clase II - SULFUROS, ARSENIUROS, TELURUROS, SELENIUROS y SULFOSALES
Clase III - ÓXIDOS E HIDRÓXIDOS
Clase IV - HALOGENUROS
Clase V - CARBONATOS, NITRATOS y BORATOS
Clase VI - SULFATOS, CROMATOS y SELENATOS
Clase VII - FOSFATOS, ARSENIATOS, VANADATOS, MOLIBDATOS y WOLFRAMATOS
Clase VIII - SILICATOS
Subclase NESOSILICATOS
Subclase SOROSILICATOS
Subclase CICLOSILICATOS
Subclase INOSILICATOS
Subclase FILOSILICATOS
Subclase TECTOSILICATOS
Clase IX - MINERALES ORGÁNICOS
I – ELEMENTOS NATIVOS
En esta clase se incluyen los minerales formados por átomos de un único elemento químico (oro, cobre, plata, arsénico, diamante...) y también sus aleaciones naturales.
II – SULFUROS, ARSENIUROS, TELURUROS, SELENIUROS Y SULFOSALES
Los sulfuros son minerales formados por la combinación de un elemento metálico y azufre. También se incluyen en esta clase los arseniuros y seleniuros, en los que se combinan algunos elementos metálicos con arsénico y selenio, respectivamente. Por otra parte, las sulfosales son compuestos más complejos formados por la combinación de metales o semimetales con azufre, arsénico, antimonio o selenio.
III – ÓXIDOS E HIDRÓXIDOS
Los minerales de esta clase son abundantes a la corteza terrestre. Se caracterizan por la presencia de oxígeno y en el caso de los hidróxidos por presentar agua en su estructura. Algunos minerales característicos de esta clase son los óxidos de hierro como la hematites o de aluminio como el corindón, que puede presentarse en variedades de coloraciones muy variadas com rubí (rojo) o el zafiro (azul).
IV – HALOGENUROS
En esta clase se distinguen minerales formados por la combinación de metales con los elementos químicos del grupo de los halógenos: flúor, cloro, bromo y yodo. Algunos de estos minerales son muy frecuentes, como es el caso de la fluorita o de la halita, sustancia también conocida con el nombre de “sal común”.
V – CARBONATOS, NITRATOS Y BORATOS
Esta clase incluye un gran número de especies y se incluyen los minerales compuestos por los grupos químicos carbonato (CO32-), nitrato (NO3-) y borato (BO33-). Algunos de estos minerales como la calcita o el aragonito pueden formarse en multitud de ambientes geológicos y presentar un gran abanico de colores y morfologías diferentes.
VI - SULFATOS, CROMATOS Y SELENATOS
En esta clase se incluyen los minerales compuestos por los aniones químicos: sulfato (SO42-), cromato (CrO42-) y selenato (SeO42-). Forman parte de este grupo algunos minerales comunes como el yeso (CaSO4 · 2H2O), que tiene un gran abanico de aplicaciones en el sector industrial.
VII – FOSFATOS, ARSENIATS, VANADATS, MOLIBDATS i WOLFRAMATS
Los integrantes de este numeroso grupo son, a menudo, minerales muy coloridos y de formas muy variadas. Son especies compuestas por la combinación de metales con los grupos químicos: fosfato (PO43-), arseniato (AsO43-), vanadato (VO43-), molibdato (MO43-) o wolframato (WO43-), respectivamente.
VIII – SILICATOS
Los silicatos son el grupo más numeroso de especies minerales y el más abundante en las rocas que forman la corteza terrestre. Están formados por la combinación de una gran variedad de elementos químicos con el grupo silicato (SiO44-). La estructura cristalina de los silicatos se organiza en forma de tetraedros de grupo silicato que pueden combinarse entre ellos de diferentes maneras. Según la morfología de esta combinación de tetraedros de SiO4 se diferencian 6 grupos de silicatos: nesosilicatos, sorosilicatos, ciclosilicatos, inosilicatos, filosilicatos y tectosilicatos.
VIII – Subclase NESOSILICATOS
Los tetraedros de SiO4 se encuentran aislados y se combinan con otros elementos químicos a partir de enlaces iónicos. Como minerales representativos de los nesosilicatos es preciso destacar las especies del grupo del olivino (forsterita y fayalita) o del grupo de los granates (uvarovita, grosularia, andradita, piropo, almandina y espesartina).
VIII – Subclase SOROSILICATOS
En los sorosilicatos los tetraedros de SiO4 se unen en parejas a partir de un enlace covalente. Esta pareja de tetraedros se combina a su vez con otros elementos químicos para formar minerales como la axinita, la epidota o la hemimorfita.
VIII – Subclase CICLOSILICATOS
En esta subclase los tetraedros de SiO4 forman estructuras circulares muy características. Son representativos de los ciclosilicatos los minerales del grupo de la turmalina (schorl, elbaíta, dravita...) o el berilo que puede presentar variedades con mucho color y apreciadas como la aguamarina o la esmeralda.
VIII – Subclase INOSILICATOS
La estructura de los inosilicatos se caracteriza por una disposición de los tetraedros de SiO4 en forma de hileras o cadenas. Estas cadenas pueden ser simples o dobles si están formadas por dos hileras de tetraedros unidas entre sí. Algunos minerales característicos son las especies del grupo de los piroxenos (augita, enstatita, diópsido...) o de los anfíboles (hornablenda, tremolita, actinolita...).
VIII – Subclase FILOSILICATIOS
En los filosilicatos los tetraedros de SiO4 forman capas o láminas de tetraedros unidas entre sí por enlaces más débiles. La estructura en capas provoca que la mayoría de minerales de este grupo tengan, externamente, forma laminar. Esta característica es fácilmente apreciable en algunas especies del grupo de las micas como la biotita, la moscovita o la flogopita.
VIII – Subclase TECTOSILICATOS
Los minerales de esta subclase presentan una estructura muy compacta formada por una red tridimensional de tetraedros de SiO4 unidos a través de enlaces covalentes. Forman parte de los tectosilicatos las especies del grupo de los feldespatos (ortoclasa, microclina, albita...) o del grupo de las zeolitas (estilbita, heulandita, natrolita, mesolita...).
VIII – Subclase TECTOSILICATOS (Cuarzo)
El cuarzo (SiO2) es uno de los minerales más abundantes en la corteza terrestre. Es incoloro pero puede contener impurezas y presentarse en variedades de infinidad de tonalidades: lila (ametista), rojo (hematita), amarillo (citrino), etc. También hay otras variedades de cuarzo relacionadas con la morfología y medida de sus cristales como el sílex o la calcedonia. La estructura cristalina del cuarzo es la de un tectosilicato pero químicamente el cuarzo es el óxido de silicio. Por este motivo en la clasificación de Dana prevalece su estructura y se considera un tectosilicato, en cambio, en otras clasificaciones como la de Nickel-Strunz prevalece su composición química y se incluye el cuarzo en la clase de los óxidos.
IX – MINERALES ORGÁNICOS
Esta clase incorpora los MINERALS formados aparte de actividad orgánica y que se pueden encontrar como componentes en algunas rocas como es el caso del ámbar.
MINERALES RADIOACTIVOS
La radioactividad es un fenómeno físico de origen natural. Se produce cuando los átomos de algunos elementos químicos que son inestables se transforman espontáneamente en otros núcleos más estables.
Los núcleos de los átomos consiguen esta estabilidad liberando partículas (se distinguen de dos tipos, alfa α y beta β) acompañadas, en algunos casos, de radiación (rayos gama γ).
Algunos elementos radioactivos como el uranio o la torianita son formadores de especies de minerales los cuales pueden explotarse por extraer estos elementos y utilizarlos en multitud de aplicaciones: energía nuclear, medicina...
PIRITAS
La pirita es un disulfuro de hierro (FeS2) que forma cristales del sistema cúbico. Es uno de los sulfuros más abundantes a la naturaleza y los humanos la hemos utilizado desde la antigüedad para la extracción de azufre, hierro u otros elementos como el oro, que, en algunos casos puede contener como impurezas.
En las colecciones de minerales la pirita presenta una gran problemática ya que reacciona con el oxígeno y humedad del aire y a menudo se disgrega y fractura. Es lo que se conoce como “enfermedad de la pirita” o, en inglés, “pyrite decay”.