La última propietaria de la casa, Júlia Huguet, dejó entre sus pertenencias personales un fondo de fotografía muy interesante, representativo de las costumbres burguesas de la época. Retratos de familiares y de grupos de amigos, escenas de la vida de veraneo en las masías y de sus viajes, imágenes de celebraciones como comuniones y bodas, tarjetas postales, etc. En definitiva, una colección de gran valor patrimonial para adentrarse en la vida íntima de una familia burguesa en el paso del siglo XIX al XX.