Crucero que estaba situado junto a la masía de La Culla, en Manresa, por donde pasaba el camino real de Barcelona. Se trata de la parte superior, formada por un capitel de ocho caras, cada una con un doselete que cobija a un santo. Identificamos las representaciones de san Pedro, san Miguel arcángel, san Jaime, santa Lucía y santa Eulalia, entre otros santos y santas que llevan la palma del martirio. Es probable que este crucero fuese encargado en el año 1413 por un canónigo de la Catedral. En el año 1906 estaba en mal estado y se depositó en el museo.