Collar compuesto por diez cuentas, el material de las cuales es: pasta vítrea, azabache, cuerno, coral, plata y cristal de roca.
El material del que están hechas las cuentas, su forma y los diferentes paralelismos en necrópolis cristianas, árabes y judías permiten interpretarlas como amuletos.
Este collar estaba asociado a un niño de unos tres años que, como resultado de los disturbios de 1348, fue enterrado en una de las fosas comunes del cementerio medieval judío de Tàrrega.