Durante el neolítico se implantó un nuevo sistema económico basado en la agricultura y la ganadería. Éste propició la aparición de recipientes cerámicos, hachas de piedra pulida, dientes de hoz, molinos de piedra, punzones de hueso y cestería. Los pequeños clanes familiares vivían en cuevas y principalmente en cabañas al aire libre.
En la Conca se han hallado entierros neolíticos con objetos personales y elementos votivos, que evidencian la creencia en la vida de ultratumba.