En Cervera, el escultor manresano Jaume Padró esculpió el trascoro del altar mayor de la parroquia de Santa María y el retablo del Santísimo Misterio, además de otros trabajos realizados en la universidad. La suya era una actividad frenética; lo encontramos trabajando para particulares o realizando encargos en otras poblaciones, pero también elaborando obras menores, como diversas figuras de apóstoles en terracota, que probablemente regalaría a cambio de favores.