Máquina para coser piel que aún conserva el soporte y que se utilizaba en el oficio de zapatero. Construida en el siglo XX, esta Singer de color negro presenta una decoración vegetal dorada. En 1851, la empresa norteamericana Singer empezó a fabricar máquinas de coser y enseguida se hicieron muy populares. La aguja de estas máquinas se movía de arriba abajo y no de derecha a izquierda como las de la competencia, hecho que la hacía más eficiente. Además, se impulsaba por un pedal y no por una manivela.