El desarrollo de la minería supuso la llegada al Valle de Arán de mano de obra foránea y el freno de la emigración estacional a Francia. Ello comportó una mayor circulación de dinero y la obligación de cubrir las necesidades de los obreros y los altos cargos de las minas. Por este motivo, se construían casas, se alquilaban habitaciones… y se abrieron establecimientos como tiendas, cafés, tabernas, etc.
Este edificio era la casa del capataz. Los restos conservados nos indican que se trataba de una construcción de dos plantas y buhardilla hecha con materiales de la zona: piedra y madera. El edificio parece corresponderse con la primera época de la explotación minera.