La Farga del Roquer fue edificada entre 1846 y 1848, y funcionó como forja de cobre hasta 1873. A partir de ese momento y hasta principios de los años 1970, el edificio y su sistema de aprovechamiento del agua fueron utilizados sucesivamente como adobería de pieles, tornería, serrería y carrocerías de autocar. El edificio y todo el sistema hidráulico fue restaurado y actualmente el visitante lo puede ver en funcionamiento, así como disfrutar del audiovisual La memoria del agua, donde se explican los usos preindustriales e industriales del agua del torrente de Arbúcies a lo largo de la historia.