La domus de Olivet, como casa fortificada (a partir del siglo XII) de una familia noble, tenía un carácter defensivo que se manifestaba en la torre y el utillaje personal, como la cota de malla o las lanzas. El poder y la riqueza de la familia se reflejaban en los objetos de embellecimiento, como los colgantes, algunos decorados con esmaltes, en las guarniciones de los caballos o en la calidad de la vajilla.
La domus de Olivet es un yacimiento que posee un valor arqueológico extraordinario. Excavado de 1994 a 1999, los materiales resultantes de estas intervenciones, como este colgante de bronce con un animal fantástico, están depositados por la Generalitat de Cataluña en el Museo de Granollers.