«Los enanos arrastrando un bote de cristal que contenía la cabeza de mi hermana, más enanos revolviendo los cajones de su ropa, robando sus zapatos… El ruido del bote me despertó, o quizá la lluvia de la madrugada. Yo había vivido aquella pesadilla y quise contarla, no con palabras, sino con colores.»
José Segrelles