La torcedora era la encargada de confeccionar el hilo final en el proceso del hilado, según el grosor que se había establecido con el cliente.
En la primera parte del proceso de retorcedura, el hilo elaborado por la Mule-Jenny, llamado cabo, se unía con otros hilos o cabos (dos o tres) que se cruzaban y enrollaban en un cono metálico. La segunda parte del proceso consistía en retorcer los hilos que se habían cruzado para formar uno solo, más grueso, con el que se hacían las madejas.