El Esteticismo se basa en el arte como elemento decorativo; sus dibujos muestran una clara influencia gótica y japonesa, con elementos lineales.
Los grandes ilustradores del Esteticismo son Lluís Domènech i Montaner, Josep Lluís Pellicer, Josep Pascó, Alexandre de Riquer y Apel·les Mestres. Sus ilustraciones, tanto en el interior de los libros como en las cubiertas, y su refinado gusto decorativo, ya anunciaban cómo sería la estética del Modernismo.
La técnica del momento permitía ofrecer imágenes de diferentes colores en las cubiertas, y esto llevó a una encuadernación figurativa de gran calidad, que reproducía composiciones planas, estilizadas, simbólicas y decorativistas.
Antoni Fabrés i Costa (Barcelona, 1854 – Roma, 1938)
Retrato de Alexandre de Riquer, 1875
Tinta a la pluma, al pincel y aguada sobre papel
Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona. Adquisición de la Colección Casellas, 1911