Desde el Neolítico el hombre consume harina de trigo. El utensilio que le permitió obtener ésta harina fue el molino de mano o molino de vaivén.
El molino de vaivén evolucionó al molino rotatorio, el cual a partir de dos piedras planas circulares obtenía la harina al girar la superior sobre la inferior.
El molino rotatorio manual fue evolucionando en cuanto a dimensiones, estructura y mecanismos de accionamiento. Según la fuente de energía utilizada, los llamamos molinos de sangre, molinos de viento, molinos hidráulicos o molinos de fuego.