Antiguamente, los sacos en los que se ensacaba la harina eran de algodón y se reutilizaban. Cuando se desgarraban, había que coserlos. Esta máquina de coser es la que se utilizaba para zurcir los sacos. Es la única tarea de la fábrica en la que participaban las mujeres, que venían a la Farinera (harinera) a coser sacos por horas.