Delante de la entrada vemos el granero. Allí se guardaban normalmente tres tipos de grano: cebada, centeno y trigo. Cuando llegaban los sacos, se vaciaban en el interior de los calassos (cajones) y se colocaban tablas de madera encima para aumentar la altura. Cuando ya no se podían vaciar los sacos, se ponían las últimas tablas hasta el techo y se acababan de llenar los cajones desde el piso de arriba a través de unos orificios. Cuando se quería consumir el grano, se extraía por las portezuelas que hay en la parte inferior.