El nombre de este espacio proviene de la actividad principal que se llevaba a cabo en él, es decir, trabajar la masa para hacer el pan. Una vez a la semana, o según las necesidades que tenía la familia de este alimento, las mujeres de la casa se reunían para preparar y cocer el pan. La actividad empezaba a primera hora de la mañana encendiendo el fuego para que se fuese calentando el horno. A continuación, dentro de la amasadera se preparaba la masa del pan con harina, agua, sal y lheute o levadura. Esta era una masa madre que se había guardado de la última hornada. Una vez amasada, la masa se dejaba fermentar un par de horas. Para ello, era necesario envolverla con un paño de lino y colocarla dentro de unos recipientes de paja llamados cabassets o palhassons. Cuando la masa había fermentado, se metía en el horno con las palas y se dejaba cocer.
En ese espacio también se elaboraban las cocas, alimento tradicional que se preparaba para las fiestas mayores y otras festividades.
Otros trabajos que se llevaban a cabo en este espacio son la colada, la elaboración de embutidos durante la matanza del cerdo y la cocción de la comida de los cerdos.