La cocina era la estancia más caliente y la que estaba mejor iluminada de la casa. Por este motivo, aprovechando el espacio situado debajo de la escalera, encontramos la cama. La cama estaba destinada a los mayores de la casa o a los enfermos. Por medio de dos puertas, la cama quedaba escondida de las posibles miradas indiscretas de las personas que acudían a visitar a la familia. En este caso, un ventanuco orientado al recibidor permitía la entrada de luz dentro de la pequeña habitación.
Se trata de una cama de madera de pino de los siglos XIX-XX, de estilo francés.