El centro acoge una exposición permanente que permite realizar un recorrido histórico y cultural por esta arquitectura popular, milenaria y singular, que se ha convertido en uno de los símbolos del delta del Ebro. Las barracas, perfectamente adaptadas al medio deltaico, reflejan las duras condiciones de vida que soportaron los diferentes colectivos que vivieron en el Delta: marineros, pastores, pescadores, prácticos y salineros y, muy especialmente, los campesinos, que protagonizaron su colonización y transformación agrícola.
La exposición incluye, además de mapas, textos, fotografías, una muestra de las herramientas y utensilios que utilizaban los antiguos barraqueros y varias maquetas que reconstruyen las diferentes tipologías de las barracas tradicionales del Delta: corral, establo, almacén y vivienda permanente o temporal, entre otras.