Los tamices de laboratorio sirven para determinar la granulometría de los áridos y conocer su grosor y tamaño para, más tarde, fabricar el hormigón. Posteriormente, se clasifican los áridos. Los tamices constan de un cedazo y tienen distintas aberturas. En el tamizo hay grabada la siguiente inscripción: «Mecánica científica, Inmaculada Concepción, 24 Madrid tel. 2697089. Serie ASTM, Número 200, Abertura 0,074».