El espacio se adentra en un pasillo que simula un viaje por el río Segre y que envuelve al visitante en la bultra (término propio de Balaguer con que se denomina la vegetación de ribera). Se propone un recorrido histórico por la explotación del oro en el Segre, un río aurífero que, durante su largo trayecto, deposita en las arenas y gravas unas pequeñas partículas de oro. Estas partículas son producto de la erosión de las montañas del Pirineo, junto con otros minerales como el cuarzo, el circón, la magnetita y la mica.
La búsqueda de oro en el Segre está documentada ya desde época romana en la zona de La Cerdanya, pero vivió momentos de especial actividad en época andalusí y, posteriormente, en los siglos XVI y XVII. Fue entonces cuando se empezó a utilizar el mercurio como amalgamante para poder extraer las partículas de oro de la arena.
Los paneles y las vitrinas explican e ilustran la vinculación histórica de Balaguer y la plana de Lleida con la búsqueda de oro como una actividad económica más, hasta que, progresivamente, fue abandonada cuando los costes de extracción resultaron mayores que el beneficio obtenido.