Las pepitas de oro que se extraían del lecho y las terrazas del Segre son, en su mayor parte, de forma plana y con los bordes redondeados, debido al impacto, la fricción y el aplastamiento que sufren durante su recorrido río abajo.
El oro que se encuentra en la zona de Balaguer es de una pureza del 98,5 % (más de 23,5 quilates), y se calcula que en la cuenca del Segre las reservas de oro que quedan por extraer son aproximadamente de unas 12 toneladas.
Estirando un gramo de oro se puede obtener un hilo de 3 km de longitud o una lámina de 1 m2.