Santiago Rusiñol i Prats (Barcelona, 1861 - Aranjuez, 1931) pintó esta obra durante el viaje que realizó en carro por Cataluña junto con Ramon Casas. Este óleo se expuso en la Sala Parés en 1890, junto con la obra La viuda de Ramon Casas y otras obras de artistas modernistas. Justo después, los mismos autores las donaron a Víctor Balaguer para que las incorporara a la Biblioteca-Museo Víctor Balaguer.
Este óleo es un exponente del naturalismo rural, quieto y algo melancólico. Presenta una atmósfera gris y fría que recuerda el clima de una ciudad que fascinaba al autor, París.