El estilo Muxart es un lenguaje hecho de exploraciones matéricas y gestuales. Las pinturas al óleo nos permiten disfrutar de la tridimensionalidad de la pincelada, el grueso del color y el carácter de las superficies. Siempre responden a una composición mesurada y, al mismo tiempo, a un encendido trazo de pincel o espátula. La sensatez y el arrebato guían la sinfonía de colores, una escala de valores que el artista controla y experimenta.
Las lupas permiten aproximarnos a la piel de la pintura desde la distancia más corta, saboreando los torbellinos de color y las líneas enérgicas del empaste.
A Muxart le gusta convertirlo todo en pintura, no trasladar las cosas de la realidad a la pintura. No es ningún espejo que refleja lo que hay en su entorno, pero sí se inspira en la realidad y la convierte en pintura. Todos los colores intervienen en lo que hace.
Su pintura se mueve entre la figuración y la abstracción. La técnica es muy importante, y la realidad exterior nunca determina su creatividad. Muxart es fiel al misterio de la expresión pictórica, como podemos apreciar en las pinturas de la serie «Paisajes alucinantes»: todo es pintura, y con la pintura podemos percibir el espectáculo de un mundo interior profundamente humano.