Las mazas trituradoras eran de madera y estaban conectadas a las ruedas hidráulicas mediante los árboles de levas. Las mazas repicaban en el interior de las pilas, unos grandes agujeros realizados en la piedra en los que se introducía el trapo para desfibrarlo y convertirlo en pasta de papel.
Había tres tipos diferentes de mazas: las de trapo, con clavos de corte vivo; las de retrenc, con clavos planos con estrías, y las refonadoras, sin clavos. El proceso duraba entre veinte y treinta horas.