El recipiente bicónico es la pieza de la vajilla de mesa más característica del mundo íbero-layetano. La forma tiene un origen claramente indígena, como ponen de manifiesto algunas piezas muy similares de la primera edad del hierro halladas en el poblado de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y otras del íbero antiguo procedentes del poblado de Can Xercavins. Se utilizaba para consumir líquidos y los alfareros las producían tanto con pastas oxidadas como grises, que son las más características.