El aparato está formado por un núcleo de hierro sobre el cual se han envuelto las espiras (hilos de las bobinas). La bobina primaria es la que recibe el voltaje de entrada y la bobina secundaria es por donde sale el voltaje transformado.
Cuando se cambió el voltaje de 125 V a 220 V, muchos hogares instalaron transformadores reductores de tensión como este. El aparato permitía continuar utilizando los electrodomésticos y bombillas que tenían, ya que transformaba la corriente alterna que llegaba a la casa y el voltaje con el que funcionaban los aparatos antiguos.