Esta obra es la más importante del museo y fue ejecutada por un artista anónimo conocido como el Maestro de Cabestany. Escultor de gran calidad, activo a lo largo de la segundo mitad del siglo XII, el Maestro de Cabestany trabajó en la Toscana, Languedoc, Cataluña y Navarra. Este relieve formó parte de la portalada occidental del monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes, en Girona, y está considerada una de las obras más notables de dicho artista y su taller.