Artefactos hidráulicos como este fueron protagonistas en el proceso de industrialización de la Cataluña interior. La turbina Fontaine de Can Sanglas fue la quinta que la casa Planas de Girona instaló en Cataluña y uno de los primeros motores hidráulicos de Manlleu. Denominada popularmente got-a-perxa entre los turbineros, con sus 12 CV de potencia movía las máquinas del proceso de la hilatura. Una vez restaurada, hoy vuelve a funcionar y pone en marcha las máquinas de la hilatura gracias a un sistema de embarrados.