Los primeros fabricantes de tapones del siglo XVIII concentraban en sus manos todo el proceso productivo pero, poco a poco, derivaron oficios especializados en cada una de las fases de elaboración: rebajadores, que transformaban las panas y hacían tiras alargadas conocidas como rebanadas, encuadradores de corcho, que convertían las rebanadas en piezas cuadradas conocidas como cuadrados y, finalmente, fabricantes de tapones, que convertían los cuadrados en tapones.