Charles Chaplin fue inmortalizado por Schuco, empresa alemana fundada en 1912 y referente mundial principalmente por sus vehículos de coleccionismo.
Este juguete, de tela, fieltro y hojalata pintada, fabricado en 1925, se acciona dándole cuerda. El mecanismo hace que tanto Chaplin como el bastón que lleva en la mano giren al mismo tiempo.
Entre 1920 y 1940, era habitual que los personajes cinematográficos más populares aparecieran en una pieza de juguete. Chaplin, Groucho Marx y Shirley Temple son un ejemplo.