El razonamiento lógico, base de las matemáticas, forma parte de la resolución de los rompecabezas. Algunos contienen una formulación geométrica, como la cuadratura perfecta de un cuadrado, que consiste en llenar el cuadrado con recuadros más pequeños, todos de medidas distintas. En 1978, el holandés A. J. W. Duijvestijn descubrió la cuadratura más pequeña que puede existir: un cuadrado de 112 × 112 compuesto por 21 cuadrados.
El museo posee un fondo considerable de rompecabezas fabricados en madera, plástico, cartón, metal y cristal, ampliado gracias a la donación que hizo el ingeniero Francesc Castanyer Figueras de su colección.